domingo, 2 de noviembre de 2008

Autorregulación en la publicidad

"A la publicidad se le atribuye todo tipo de males", comenta Lidia Sanz, subdirectora de la Asociación Española de Anunciantes (AEA).

La Ley General de Publicidad, de 1988, establece que ésta no puede ser ilícita, engañosa, desleal ni subliminal. Es decir, ha de ser veraz y respetuosa con la dignidad de la persona y sus derechos. Sin embargo existen ciertos mensajes publicitarios que no están claramente explícitos, los letreros que pasan a una velocidad imposible de leer, el que no aparezca el precio total de un artículo que se vende a plazos y sólo por TV, ...

En España, como en el resto de Europa y en Estados Unidos, los anuncios están sometidos, además de a la ley, a códigos a los que, de manera voluntaria, se adhieren la mayoría de las empresas de cada sector. Por eso, un organismo de autorregulación, Autocontrol, revisa gran parte de los anuncios antes de que se difundan.

En la publicidad dirigida al público infantil, parece que hay más control, pero no es esa la percepción que se tiene cuando se les está bombardeando con alimentos prefabricados, los cuales tienen en su interior cromos, que son el reclamo para que sean consumidos sin tener en cuenta si son sanos o no.

Se nos acerca la Navidad y me temo que seguirán machacándonos, en todas las franjas horarias de TV, con el consumismo desaforado de comidas, dulces, regalos, juguetes, como si las personas estuviéramos obligadas a sentir el éspiritu navideño comprando y comiendo todo lo que se nos ofrece, además de una manera maravillosa.

En los demás medios de comunicación ocurre lo mismo que en radio y TV. La publicidad es necesaria pero tiene que tener un medio, que no sé si será su autorregulación, para que no sea coactiva.

http://es.youtube.com/watch?v=SJ1ALr4kyOM

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